Cuantas veces no nos habremos quejado de la fuerza que hay que hacer, sobre el gatillo de la empuñadura, para limpiar con nuestras lanzas.
Sin embargo este problema tiene una solución desde hace un tiempo, y son las empuñaduras asistidas, que reducen el esfuerzo notablemente.
El mecanismo es sencillo, y consiste, fundamentalmente, en que cuando se pulsa el gatillo, en las pistolas asistidas, se abre un pequeño orificio, que acciona un pistón por la fuerza del mismo fluido, realizando el esfuerzo el propio fluido bombeado.